Plantas para Soñar
Desde tiempos prehistoricos, los humanos se han relacionado íntimamente con el mundo vegetal, alcanzado grados de colaboración muy superiores a los que conservamos hoy en día. Desde los Nativos Norteamericanos a los indígenas de Mesoamérica, de los pueblos Celtas a los Ilirios, los Yoruba, los Thongas, los Ashantis, cientos de tribus y antiguas civilizaciones cuidaban de la Tierra y de la Naturaleza, desde el profundo conocimiento de la red de relaciones intrínsecas que nos une a los vegetales y a cada uno de los animales. El ecologismo de nuestros días, de estar planteado con coherencia, sin influencias socio políticas, sería la herencia protectora de nuestros ancestros.
El uso de plantas medicinales, está ligado por lo tanto a nuestra historia y a nuestra memoria más atávica. Entre los efectos personales de " Otz, el Hombre del Hielo", cuyo cuerpo permaneció congelado en los Alpes de Otztal durante más de 5.300 años, se encontraron la suerte de unas plantas medicinales. Una entonces piensa ¿qué medicina portaba? ¿que conexión interdimensional buscaba ese hombre? ¿quienes eran sus dioses y sus creencias?
Los Sanadores indígenas de un nutrido grupo de pueblos repartidos por nuestro planeta, coinciden en una apreciación, pues muchos son los que cuentan que aprendieron el lenguaje de las plantas observando la relación que los animales enfermos desarrollaron con estas, llegando a modificar su alimentación probando hierbas amargas, que de estar sanos, rechazarían. Hoy en día, biólogos de campo han corroborado esta evidencia, después de haber observado el comportamiento de especies como gallinas, ovejas, mariposas y chimpancés. Pero las plantas no sólo se han usado para sanar nuestro cuerpo más denso: el físico, también se han usado para equilibrar los cuerpos de menos densidad. La psique, el alma, el espíritu, todos se ven afectados en la relación que establecemos con el reino vegetal. En nuestras aproximaciones, conviene ser prudentes y usar plantas que conozcamos a la perfección, pues todos nuestros cuerpos se ven influenciados por la medicina de los vegetales.
De entre los cientos de usos que se le han dado históricamente a las plantas medicinales, hoy vamos a tratar su capacidad para provocar sueños premonitorios, para hablarnos en ese espacio en el que el cuerpo físico se relaja y salimos a un astral del que aún poco comprendemos.
Algunas plantas ejercen un papel inductor y potenciador de los sueños, provocando el cambio del estado de vigilia por el del sueño, pero manteniendo el estado de conciencia, creando de este modo la posibilidad de experimentar el subconsciente de manera consciente. Las plantas que uno, en ocasiones, menos se imagina, en su uso correcto y apropiado, producen un estado de somnolencia y estados de imaginería hipnagógica, aumentando el número de sueños así como su vivencia y su recuerdo.
Mencionaré a continuación algunas indicaciones efectivas y preparados de plantas para estos fines. Siendo imperativo, que uno no explore preparados sin un conocimiento profundo en el tema para poder valorar sus posibles efectos. Sólo un experto fitoterapeuta está preparado para mezclar plantas y con ellas sus propiedades, que en unos casos colaboran y en otros obstaculizan y en el peor de los casos vuelven tóxico el preparado. De ahí nuestro llamado a la prudencia.
1. Tisana de Salvia, Melisa y Jazmín, la Triada de las Estrellas:
Los índios chamanes Mazatec, la utilizaban la Salvia (Salvia officinalis) para inducir al trance y para viajar al inconsciente. Es una planta muy intensa con baja dosis.La Salvia Divina, es y tiene, un efecto único dejándote la mente limpia y preparada para un sueño de comunicación.
La Melissa (Melissa officinalis), penetra facilmente en el territorio sutil, que después del terreno ya preparado por la Salvia, está listo para entrar de lleno y profundamente con la experiencia de un sueño que nos proporcione mensajes y contactos que necesitemos vivir.
El Jazmin (Jasminum Officinalis), de origen euroasiatico, con su perfume ha impregnado fragancias, perfumes y preparados medicinales. Regido por la Luna, tiene cualidades proféticas y de contacto con el plano astral. Ha sido considerada una planta santa, capaz de conectarnos con personas que ya han cruzado el umbral, así como con los venerables Maestros Ascendidos; y que de este contacto surga una comunicación que nos ayude en nuestro camino de vida.
Tres plantas de la familia Officinalis, con un propósito común en terrenos oníricos.
2. Uso externo: Raíz de Lirio silvestre y hoja de Higuera, la pareja divina.
Colocando esta pareja bajo nuestra almohada, estaremos convocando a los espíritus. Al menos esta era una ferrea convicción que cultivaron los Nativos Norteamericanos respecto a la raíz de lirio silvestre, que no en vano, está emparentada con la Flor de Lis, contenedora de los códigos secretos del orden jerárquico de los tres mundos de manifestación (lumínico/eléctrico, molecular/magnético y material/ electromagnético) tal como consideraba Fulcanelli.
Por otro lado, las hojas de la higuera son consideradas desde la antiguedad, grandes mensajeras. Mientras esté fresca y la savia aún corra por ella tanto como la vida, has de susurrarle tu propósito para el sueño, activando así su capacidad comunicadora.
Luego colocarás la hoja bajo la almohada envolviendo en ella la semilla de Lirio silvestre, y te encomendarás al sueño con confianza.
En cualquiera de los casos, cuando utilizemos plantas de forma hipnagógica, conviene tener en nuestra mesita de noche, una libreta y un bolígrafo para registrar, nada más despertarnos, todo lo que recordemos del sueño, aunque aparente ser inconexo o carente de sentido. No importa tu caligrafia o el orden en el que escribas, con frecuencia, nuestros sueños permanecen en nuestra mente frescos unos pocos minutos después de despertarnos, para luego ir difuminandose poco a poco. Para alargar este recuerdo con claridad, existe la posibilidad de programar nuestro sueño antes de acostarnos, dando unas directrices claras y concisas, entre ellas está el instar a que se geste la posibilidad de que sea recordado.
Y recuerda, las plantas, los árboles, son seres vivos, agradéceles por la medicina que usarás de ellos y no te lleves más de lo que necesites.
Noelia Velasco.