Matrimonio Arbóreo de un Roble y un Cerezo
Cuando estoy en el bosque, puedo tardar mucho tiempo en recorrer un tramo pequeño. Me detengo a observar, a tocar, a escuchar, a sentir el entorno, por eso para mi es mejor ir sola o con alguien que vaya en esta misma sintonía. Esta lentitud tiene muchas, muchísimas recompensas, una de ellas es encontrar aspectos notables y curiosos en este mundo de grandes, pequeños y diminutos vegetales. HOY ME ENCONTRÉ... esta singularidad, que bien merece unas fotos. En algún momento, este Roble "Quecus robur" (izquierda) y este Cerezo "Prunus avium" (derecha), decidieron unirse en matrimonio y crecer ensamblando sus cepas, juntos, en la mas estricta intimidad. ¡Pero hay más! De esta noble unión nace entre medias, entre el regazo de ambos, un Fresno "Fraxinus excelsior". Una familia singular, compartiendo mucho más que el espacio.
Noelia Velasco