Piel con Piel con la Tierra
Caminar descalzos es algo más que saludable, a través de este simple gesto enlazamos nuestra energía a la energía de la gran Madre Tierra, procurando una limpieza de todo nuestro organismo, liberando nuestro cuerpo de toxinas y permitiendo que el oxigeno fluya a través nuestro como lo hace la salvia en las plantas. Además, aumentan los antioxidantes, balancea los ciclos hormonales, aumenta las funciones cardiovasculares, incrementa los niveles de energía, reduce la ansiedad y el estrés, fortalece el sistema inmunológico, reduce la inflamación y mejora la calidad del sueño.
La madre Tierra tiene su propia carga natural y nos beneficiamos de ella con intensidad a través del contacto directo. Es constatable por la ciencia que absorbemos los electrones de la Tierra cuando caminamos piel con piel, por eso cuando estamos en el bosque, digerimos por nuestros poros los electrones saludables del bosque, cuando lo hacemos por la playa, sucede lo mismo con el lugar, y cada uno está indicado para momentos específicos de nuestro existir.
El caminar por la playa es un método excelente de sanación, ya que el agua de mar es un gran conductor y transporta los iones negativos que se acumulan en el aire y entran a nuestro organismo a través de la respiración y la piel.
Y cuando lo hacemos por la hierba, nos nutrimos de todos los nutrientes que un entorno boscoso ofrece. Estás energías también varían en función de los árboles predominantes del lugar, Hayas, Robles, Abedules, etc... todos y cada uno de ellos tienen sus propiedades especificas cultivadas a lo largo de los milenios, tanto es lo que pueden ofrecernos. El acto de caminar descalzo sobre la hierba como terapia, siempre es más recomendable hacerlo por la mañana, cuando aún hay rocío.
Por lo tanto hacer este sano ejercicio de "piel con piel" de forma consciente, sabiendo que nos estamos conectado a un organismo vivo y sintiente, capaz de amarnos, protegernos y cuidarnos es una de las experiencias más beneficiosas y estimulantes que podemos hacer casi de forma diaria. Y recuerda, cada rama, cada piedra, cada flor en el entorno natural tiene su sentido y está ahí por algún motivo. No cortes la rama, no arranques la flor, no muevas la piedra si no es por necesidad, la distracción nos arrastra a la caverna del olvido, la atención nos devuelve a la vida.
©Noelia Velasco
