Imbolc, susurros de primavera.
Se acerca la fecha de Imbolc en el hemisferio norte, el día dos de Febrero celebramos la fiesta que hace de puente entre el solsticio de invierno y el equinoccio de primavera. Es el punto donde el invierno empieza a ceder su rigor. La diosa Dana que declinó su vigilia y descansaba por debajo del horizonte, empieza a despertar lentamente para anunciar los dones de la próxima primavera. Esta celebración, nos habla de terminar con lo viejo y abrir la puerta hacia lo nuevo, de cerrar viejas heridas y de reconciliación, ya sea con nosotros mismos o con las personas con las que hayan surgido diferencias. Esa semilla que hemos recogido en otoño, atesorado y germinado en invierno, está próxima a ser plantada. Recuerda que tu altar debe ser interior, presidido en la plenitud de tu alma. No hacen falta muletas en forma de velas, flores o imagenes, ni rituales pomposos. Todo esto sólo es el apoyo a una fe débil, a un sentir incompleto, a una confianza que se tambalea. Hoy, los Humanos, hemos crecido lo suficiente, como para saber que los altares deben suplirse por actos de consciencia y lo rituales por movimientos intuitivos unidos a la existencia. Todo está en nuestro interior, representado en los elementos por los que nosotros mismos estamos formados: Fuego, Agua, Aire y Tierra, al igual que toda la Naturaleza. Si realmente somos parte de ella, vivamos las fechas álgidas de energía fusionados, de dentro hacia a fuera, sin la vacía fantasía que nos ata a la superficialidad.
La fragancias y las esencias de Imbolc se acogen a las flores y plantas de temporada: Angélica, Albahaca, Laurel, Violetas, Brezo, Narciso, Lila, Anémona, son algunas de ellas. En días de tan intensa energía se recomiendan comidas ligeras también de temporada. Nos abrimos a una nueva humanidad, más completa y libre, mujeres y hombres que caminan en igualdad con el resto de especies. Ligeros y profundizando desde los aspectos más sencillos, sin intermediarios, enteros y unidos al Todo. Que la energía de Imbolc de paso a nuestra autonomía y se arraigue en el sentir de la fuerza más poderosa de todas: el A.M.O.R.
"Los movimientos más sencillos encierran la sabiduría más auténtica"
Noelia Velasco