top of page

La Colaboración del Bosque

La naturaleza está exenta de competividad (al menos de compentencia tal y como la entedemos desde las perspectiva humana) y desbordada de colaboración. La competencia nace del egoismo y de la imposición. La colaboración nace del altruismo y de la carencia absoluta de apegos. Pero no hay que confundir este mensaje con un entorno naif y edulcorado, cuando la realidad de la naturaleza es abrupta y en muchas ocasiones dura para nuestra comprensión. En el bosque los animales cazan, la cadena trófica se expresa sin adornos ni delicadezas, los árboles son devorados por bacterias, hongos, insectos, animales mayores. ¿Cuál es la diferencia con nuestro mundo? Un árbol sirve al mundo, no a su propio fin, no a su individualidad, y lo hace sin apego a la vida, con el amor incondicional del que tanto oímos hablar y poco practicamos. Un árbol cede su vida con amor cuando es necesario, nunca hay odio en su acción, pero si puede haber dolor, cuando arrasamos con la vida de forma tan inconsciente. Tanto los vegetales como los animales buscan perpetuar su especie y en ello se basan todos sus movimientos, y una especie tiene el valor de sostener a las otras en el equilibrio trófico. Todo obedece a un plan mayor que el hombre interrumpe con su ignorancia de forma intermitente y con más ahinco desde la revolución industrial. Como ya comenté en alguna ocasión, si observas a una Mantis religiosa devorar el cuerpo de un insecto, sin molestarse en matarlo antes, engullendo tranquilamente entre los estertores de la pronta muerte de su víctima, puede que te impresionase y lo sintieras un acto despiadado y hasta puede que quisieras intervenir y privarle del alimento a la Mantis y rescatar heroicamente al insecto, y eso pondría de manifiesto que no has entendido nada. Todo animal está supeditado a otro tanto como a su propia especie y su empeño de vivir obedece a la exigencia de llevar a este planeta al espectro de equilibrio para el que está destinado. Un animal no come más de lo que necesita, no caza por mera diversión, el único ser vivo que cae y recae en este absurdo es el hombre. Sin duda, la muerte está tan presente en el bosque como la vida, y para quien se permite la mirada silenciosa, verá como ambos aspectos son uno sólo, pues la muerte en la naturaleza genera vida y la propia vida atrae y camina hacia la muerte, por ello también, quien se adentre en la profundidad de un bosque, tanto física como conceptualmente, ha de estar preparado para ver la muerte sin lamento y la vida sin exaltación.

Noelia Velasco

Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
No hay tags aún.
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page